El voto inmigrante llama a la puerta
Una enmienda plantea en el PSOE el voto extracomunitario en las elecciones municipales
El ministro de Inmigración, Celestino Corbacho, todavía no ha dado una respuesta definitiva sobre la posibilidad de que los inmigrantes tengan derecho a voto en las elecciones municipales, pero el debate interno en el PSOE se ha materializado con la presentación de una enmienda favorable de cara al Congreso Federal que celebrará el partido los próximos 4, 5 y 6 de julio. El encuentro trazará las líneas generales del partido para los próximos años.
Los partidarios de la iniciativa pretenden incluir en la ponencia marco el siguiente texto: “Uno de los principales derechos es el sufragio, símbolo de una concepción de igualdad entre todos los ciudadanos. Por ello defendemos y promoveremos el derecho al voto en las elecciones municipales, para aquellos ciudadanos extracomunitarios que posean el permiso de residencia permanente”.
Partícipes del desarrollo
Uno de los promotores de la iniciativa es Mohamed Azahaf, coordinador federal del Grupo Árabe Socialista. Éste madrileño, hijo de magrebíes, apunta al voto en las elecciones como una herramienta “fundamental” para hacer partícipes de la vida cotidiana a los inmigrantes. “Es importante hacerlos protagonistas del desarrollo comunitario y que entiendan que el beneficio de la comunidad repercutirá en ellos”. Además, su participación en las asociaciones, sindicatos y partidos políticos, resulta “importantísima”, incide.
Los responsables regionales del PSOE en Madrid y Cantabria votarán mañana la enmienda. Si el resultado fuese favorable en cualquiera de ellos, la propuesta llegaría al Congreso Federal.
Tanto el PSOE como el resto de grupos estudian con lupa desde hace años la viabilidad de la propuesta. Según los sondeos de los socialistas, su mayor manantial de votos llegaría de la comunidad magrebí, que encuentra poca sintonía con el discurso del Partido Popular. La latinoamericana —con la impronta católica como principal desestabilizador— sería la más próxima a los partidos de derechas. En medio quedarían los europeos del Este (que vinculan el socialismo a los duros años de dictadura comunista) y los asiáticos.
Para evitar los guetos y mantener las costumbres y cultura de origen del inmigrante, “el modelo social que se plantea en España es el de la interculturalidad, que busca un espacio común con respeto a los derechos humanos, unas normas de convivencia y un respeto a la cultura de origen aplicándola aquí”. “El derecho a voto daría un respaldo a nuestro modelo frente a otros como el francés o el inglés”, añade.
Restricciones legales
En la actualidad, el artículo 13.2 de la Constitución Española expresa que “solamente los españoles” tienen derecho a “participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”. No obstante, España tiene firmados convenios con tres países (Chile, Uruguay, Argentina) para que sus ciudadanos pueden votar en las elecciones municipales, pero la falta de desarrollo ha impedido su puesta en práctica .
“Se empieza por el voto municipal, pero la idea es ampliarlo al voto nacional”, explica Azahaf. “Lo ideal es que se pudiese, pero hoy en día no conozco ningún estado que permita votar [en las generales] a los ciudadanos que no tengan la nacionalidad. Es un debate a largo plazo. Hay que empezar por las municipales”.
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