Vivimos tiempos asombrosos. El pobre Mariano, que tanto alimentó a la derecha incivil, se dedica ahora a devorar un hijo político ultra por semana: Zaplana, Acebes, San Gil. Pero como el Mal no descansa, ha contraatacado con su arma más poderosa: la posesión diabólica. Las últimas noticias llegadas a la redacción certifican que el espíritu de Mayor Oreja se ha metido en el cuerpo del pobre Mariano. El vasco habla por la boca del gallego. Y le dicta las ideas.
La ponencia política que ayer presentó el PP es inmoral. Cuando ETA ataca batzokis, cuando los ediles del PNV son insultados en los pueblos guipuzcoanos, es una indecencia acusar al PNV de no colaborar en la derrota de ETA.
Que esa grotesca manipulación se complete asegurando que la actitud del PNV "ha contagiado al resto de nacionalismos", es un insulto a millones de personas decentes que han votado a CiU, a ERC, al BNG, a CC, a NaBai, a EA, a Aralar.Que presente la ponencia donde se vomita odio sobre los ciudadanos nacionalistas el dirigente del PP que gobierna con Coalición Canaria, es un ejemplo de hipocresía infinita. De cinismo inmenso.
Mentir, manipular, insultar. Es exactamente el lenguaje empleado durante toda la legislatura pasada por el PP. Y la mejor forma de cargarse de golpe un mes y medio de accidentado viaje al centro. Ese viaje pausado que ya
dura 33 años.
El pobre Mariano debe contratar cuanto antes a un exorcista. De todos los demonios ultras que podían entrar en su cuerpo, ha tenido la mala suerte de que le ha tocado uno de los peores: Mayor Oreja. Malo. En toda la extensión de la palabra malo. Vivimos tiempos asombrosos. Y a Soraya le toca ahora rezar todos los días con la esperanza de que el espíritu de Oreja abandone al pobre Mariano. ¡Suerte!
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