Debate sobre el Estado de la Nación

Erkoreka afirma que el fin de la tregua es un "mal para todos"

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ha considerado un "infortunio general" la ruptura del alto el fuego por parte de la banda terrorista ETA, y ha subrayado que es "un mal para todos" en la primera intervención de la segunda sesión del debate sobre el estado de la nación.

Erkoreka, que no ha querido hablar de terrorismo "más de lo estrictamente necesario", ha pedido, sin embargo, pidió un "férreo" compromiso con la paz para el futuro.

En relación a la labor del presidente del Gobierno en el proceso de paz, Erkoreka ha afirmado que "nada puede reprochársele en este asunto", y ha añadido que en el futuro no será suficiente con hacer lo que se pueda, sino que será necesario, a su juicio, "obrar con más realismo que nunca".

La sesión de hoy

Al portavoz peneuvista le seguirán los representantes de IU-ICV, Gaspar Llamazares y Joan Herrera -que comparten el tiempo correspondiente a este grupo parlamentario-, después los diputados del Grupo Mixto y por último el portavoz socialista, Diego López Garrido. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, contestará separadamente a cada uno de los portavoces.



En la jornada de ayer ya intervinieron los portavoces parlamentarios de CiU, ERC y Partido Popular. La sesión de la tarde estuvo marcada por el enfrentamiento entre el líder popular, Mariano Rajoy, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en torno al proceso de paz y el diálogo con ETA.

ETA marca el cara a cara de Rajoy y Zapatero

Rajoy acusó al presidente del Gobierno de "mentir a los españoles", pidió las actas de sus conversaciones con la banda terrorista y solicitó la convocatoria de elecciones porque -reiteró el presidente del PP- daba por finalizada la legislatura. Por su parte, Zapatero, tachó de "desleal" a Rajoy a la hora de "abordar con el Estado el problema del terrorismo" y le echó recurrir solo a ETA durante su discurso.

Estamos ante una oposición, como bien dice Zapatero, al Estado, y no al Gobierno y a sus actuaciones, sean o no más o menos acertadas. Este es el tipo de oposición que nadie querríamos para nuestros municipios, una crítica sin valor y sin alternativas, sólo destructiva, porque en estos casos, los que perdemos somos todos y nunca se llegará a lograr el bien común