jueves, 31 de julio de 2008

La ordenanza de la intolerancia



No puedo ocultar la “sonrisilla” cuando escucho al concejal de Medio Ambiente decir que ha habido “trabajo de preparación” en la Ordenanza Municipal para Proteger los Espacios Públicos y la Convivencia Ciudadana. Arduo trabajo con el ordenador copiando un artículo tras otro de otras normativas, aunque más bien de una sola, cambiando tan sólo el nombre de la ciudad.

El Sr. Mariscal puede decir lo que quiera pero lo que han presentado es una ordenanza “tipo” (cualquiera puede consultarlo en Internet) que en absoluto ha tenido en cuenta las peculiaridades de nuestra ciudad ni el estilo de vida de sus habitantes porque ha sido “copiada”, aunque hasta cierto punto es lógico si tenemos en cuenta el escaso tiempo que le deja para el Ayuntamiento su puesto en la Diputación.

Las contradicciones abanderan esta ordenanza, especialmente en los que al consumo de bebidas en la calle se refiere. Si bien Ángel Mariscal ha declarado que no se va a prohibir el botellón, por otra parte asegura no se dejará hacer “en plazas o junto a viviendas”. Entonces, ¿qué va a ocurrir?, ¿dónde van a tener que ir los jóvenes?, ¿quiere usted decir que no se va prohibir el botellón en los descampados? ACLÁRESE, SR. MARISCAL porque los jóvenes de Cuenca queremos respuestas.

Con las medidas que quiere poner en marcha el PP en Cuenca, no se hace otra cosa que coartar el ocio de los jóvenes y de los ciudadanos en general. Sin embargo, no hace mucho tiempo, los que ahora quieren prohibir el hecho de beber en la calle, estaban sentados en el Casco Antiguo, por la zona de San Miguel, con una litrona de cerveza en la mano y comiendo pipas. Hagamos memoria y no seamos hipócritas, que todos han sido jóvenes.

Desde Juventudes Socialistas hemos propuesto una solución dialogante y participativa: la constitución de una Mesa del Botellón en la que todas las partes implicadas puedan expresar su opinión y llegar a un acuerdo. Pero el concejal de Medio Ambiente ni la mencionada. No nos extraña, ya que esa es la forma de gobernar del Partido Popular: vendiendo la cercanía en la foto pero tomando decisiones unilateralmente y negando la verdadera participación ciudadana.
Dice el Señor Mariscal que Juventudes Socialistas se ha quedado sola en esta petición, obviando con sus palabras a los jóvenes de Izquierda Unida, que también se han manifestado en contra de la Ordenanza.

Y es que es más fácil hacer oídos sordos a lo que opinan los ciudadanos y actuar en solitario, proponiendo una Ordenanza puramente sancionadora y con un claro espíritu recaudatorio que debería pasar a llamarse “la ordenanza de la intolerancia”. Así lo entendemos quienes creemos en un modelo de ciudad en el que se oigan todas las ideas y propuestas.

Además, el texto no ofrece ninguna alternativa. Por ejemplo, cuestiones como la suciedad o la salubridad se podrían solucionar con la instalación de urinarios públicos o de un mayor número de papeleras, concienciando realmente a la gente en el cuidado de Cuenca, pero es más fácil establecer multas y, de paso, recaudar algo para reponer las arcas municipales.

Al equipo de Pulido se le ha llenado la boca de decir que ésta no es una ordenanza recaudatoria pero si la leemos detenidamente, desde el primer artículo hasta el último conllevan para sanción, siendo testimonial lo que dice sobre la educación y la sensibilización de los ciudadanos, que al fin y al cabo somos los afectados por la ordenanza.

1 comentario:

Eme dijo...

¿Dónde puedo encontrar la ordenanza que sea digitalmente?
Veo que ahora que eres un joven importante ya no te vienen tantos peperos a comentar al blog.
Me hace gracia a mí eso de que no se permitirá donde haya viviendas y tal..
Entonces, volverá el botellón a los parques donde juegan los niños, a los jardines donde paseamos a nuestro perros, o a las orillas del río que rara vez se limpian y donde es fácil y peligroso caerse...