jueves, 29 de noviembre de 2007

Cabos sueltos

  • ENRIC SOPENA

    29/11/2007


No nos tomen más el pelo

Resulta conmovedor que la Falange, Libertad Digital y Nuevas Generaciones del PP –concretamente, la agrupación del barrio madrileño de Salamanca- hayan salido en defensa de ese presunto historiador llamado Pío Moa, un franquista fervoroso que procede de la banda terrorista GRAPO. Más conmovedor es todavía que las tres organizaciones mencionadas se acojan a la defensa de la libertad de expresión para solidarizarse con Moa y que los jóvenes populares hayan arremetido contra El Plural.

Por otra parte, la coincidencia respecto a Moa de falangistas, discípulos predilectos de Federico Jiménez Losantos y juventudes del Partido Popular es significativa. Pero no sorprendente. La derecha que lidera Rajoy se ha situado a lo largo de esta legislatura en posiciones propias de la derecha extrema, lindante con la extrema derecha y con la demagogia copeliana. Es decir, con los eclesiásticos que añoran cada vez más el nacionalcatolicismo.

Ayer el ex alcalde de A Coruña Francisco Vázquez –actual embajador de España ante la Santa Sede- elogiaba en El País el firme apoyo del cardenal Tarancón, presidente entonces de la Conferencia Episcopal, a la hora de recuperar las libertades. Eso sucedía tras la muerte de Franco -e incluso antes- y es verdad. Como verdad fue el valeroso gesto de monseñor Añoveros, obispo de Bilbao, plantando cara a Franco en relación con el contencioso vasco.

Hubo otros prelados católicos que se movieron en parecida dirección en aquella época. Vázquez afirma que debe reconocerse el esfuerzo de la jerarquía católica en pro de la democracia. Pero desde hace años las cosas han cambiado y han ido a peor. Ni Pablo VI era Juan Pablo II ni tampoco lo es Benedicto XVI, aunque Vázquez asegure -no se sabe bien por qué razones misteriosas y desconocidas- que el Papa está “siempre preocupado por establecer puentes de diálogo.”

Y, desde luego, nada tiene que ver la figura de Tarancón con la de Rouco Varela o la de Cañizares. Acaba su artículo Vázquez diciendo: “La historia es la que es”. Habría, en todo caso, que puntualizar que el presente es el que es. Y que el papel de la Iglesia en la historia de la España contemporánea -no hablemos de la anterior- no es precisamente un dechado de sensibilidad democrática. Todo lo contrario, aun con excepciones.

En fin, que ya pueden desgañitarse Rajoy y su claca repitiendo que el PP es de centro. Si fuera así, la Falange podría decir que es de centro izquierda y Libertad Digital, atendidos los antecedentes ideológicos de Losantos, sería leninista o maoista. Sólo un ruego: no nos tomen más el pelo, por favor.

domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Por qué no me callo?

Vuelvo con las pilas más cargadas que nunca. He dedicado estos últimos días a viajar, viajar mucho, formarme y preparar proyectos. Desde Mérida a Tragacete pasando por Bruselas.

Han sucedido demasiadas cosas para estamparlas en un post, pero me quedo con mi gente de entre todas ellas. Hemos viajado a Mérida al Foro Institucional Joven, gran ocasión para recordarle a José Luis Rodríguez Zapatero que el tiempo no le cambie. Y hemos celebrado unas jornadas de Medio Ambiente y Desarrollo Rural para recordarle a Rajoy que quiere bien poco a su primo sacándolo así a la palestra.

Estos días he mirado a Cuenca y tenía mala cara. No por el frío que hace, no se ha constipado, sino que está mirando hacia delante, y no ve futuro. Se ve estancada en una política necia que evita su progreso. Para qué hablar del pelotazo de los terrenos del hospital. Estamos rompiendo la ciudad, su armonía y su estética. Y ya no sólo eso, sino que así estamos recalificando unos terrenos que no tenían valor para que un constructor le saque el jugo y que quien de nuevo pierda sea Cuenca.

Pero para esto los que recogen firmas para la estación del AVE no se movilizan. Por qué será.

José Manuel Martinez Cenzano dejó esta ciudad en el momento clave, en el punto álgido, en la legislatura donde más iba a progresar Cuenca, y ahora no hay futuro para ésta. No veo esa Cuenca magnifica que iban a crear, ni ningún tranvía hacia Dios sabe dónde. No veo ningún proyecto para los jóvenes, sino que están ocupando el lugar de siempre, ninguneados por unos dirigentes que sólo cuentan con ellos para repartir panfletos.

Y por último, si la memoria no me falla, alguien prometió la oportunidad de celebrar conciertos a los grupos conquenses de rock, pero claro, no interesa.....