viernes, 12 de noviembre de 2010

La responsabilidad

Creo y entiendo en ocasiones a las personas que menosprecian a la clase política cuando afirman que todos los políticos son iguales, que van a su interés personal, y que tratan de “aferrarse al sillón”. A veces pienso que tienen razón…, hay personas que nos representan en las instituciones, y más que representarnos a los ciudadanos representan sus intereses personales sin importarles dónde están, cuales son sus obligaciones y cual es su responsabilidad.

Podemos decir que la responsabilidad es algo cultural y personal, que te define como persona sobre todo y la adquieres con tu educación, y el entorno en el que te desarrolles.

En la distancia aún veo que la política conquense debe desilusionar a muchos con sus particularidades. Hace poco leí que la concejala del grupo municipal popular de Cuenca, que se hizo famosa por estar envuelta en unas presuntas amenazas por Internet, va a cambiar su residencia y se va fuera de Cuenca por cuestiones de trabajo de su marido. Y a pesar de ello mantendrá su acta de concejala del Ayuntamiento, sin pisar Cuenca ni trabajar por ella con los compromisos que adquirió como los demás compañeros de Corporación en el primer Pleno Municipal de legislatura.

No me explico cómo se puede mentir a los ciudadanos gestionando el área de Turismo, Comercio e Industria sin pisar Cuenca más que una vez al mes para levantar la mano en los Plenos. Es más, no sé cómo puede ser la encargada del área de Turismo cuando es el señor Alcalde el que se ha ganado a pulso el sobrenombre de “El Alcalde Viajero”

Un servidor puso a disposición del Pleno Municipal su renuncia por marcharme a otro país por temas laborales, siendo responsable y respetuoso con los ciudadanos que emitieron su voto un 27 de mayo de 2007. Sinceramente es reírse de los ciudadanos seguir cobrando de un puesto al que no se le tiene dedicación simplemente por seguir figurando o sea cual sea la causa. Pero claro, no vamos a pedir moralidad y responsabilidad en un grupo municipal donde rara vez la hubo.

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